El conflicto de intereses (COI) existe cuando hay una divergencia entre los intereses privados de un individuo (intereses en competencia) y sus responsabilidades por las actividades científicas y editoriales, de modo que un observador razonable podría preguntarse si el comportamiento o juicio del individuo fue motivado por consideraciones de sus intereses contrapuestos. La COI en la publicación de revistas afecta a todos los interesados en la integridad de la investigación, incluidas las revistas, las instituciones académicas/de investigación, las agencias de financiación, los medios de comunicación populares y el público. Las revistas están interesadas en el COI en lo que se refiere a un manuscrito específico. Algunos manuscritos pueden ser elegidos para su inclusión en actividades de educación continua ofrecidas por la organización apropiada. La revista, por tanto, cumple con los criterios establecidos por el centro de acreditación.
Todo el mundo tiene algún tipo de COI. Tener un interés competitivo no significa, en sí mismo, transgresión. Sin embargo, constituye un problema cuando intereses en conflicto pueden influir indebidamente (o razonablemente verse que influyen) en las responsabilidades de alguien en el proceso de publicación. Si el COI no se gestiona eficazmente, puede provocar que los autores, revisores y editores tomen decisiones que, consciente o inconscientemente, tiendan a servir a sus intereses en conflicto en detrimento de sus responsabilidades en el proceso de publicación, distorsionando así la empresa científica. Esta consecuencia de la COI es especialmente peligrosa cuando no es inmediatamente evidente para los demás. Además, la aparición de COI, incluso cuando no existe, también puede erosionar la confianza en una revista, dañando su reputación y credibilidad.
Esta declaración resume los elementos clave de las políticas COI con ejemplos y opciones de divulgación y gestión.